
La Antigua y Mística Orden de la Rosa-Cruz, conocida mundialmente bajo las siglas de A.M.O.R.C., no es un movimiento filosófico de reciente creación. Su tradición hace que su origen se remonte a las escuelas de misterios del antiguo Egipto. En estas antiguas escuelas, se reunían regularmente los místicos iluminados para estudiar los misterios de la existencia. Precisamente por esa razón se las llamó "escuelas de misterios".
En ella se reunían todos los buscadores que aspiraban a una mejor comprensión de las leyes naturales y universales. La palabra "misterio" en la antigüedad, es decir, en el tiempo de las antiguas civilizaciones egipcia, griega, y romana, no tenía el significado que se le da hoy en día. En otras palabras, no era sinónimo de "insólito" o de "extraño", sino que designaba más bien, una gnosis, una sabiduría secreta.
La Tradición Rosacruz dice que el faraón Thutmosis III, (1504-1447 A.C.), considerado por los historiadores como uno de los más importantes de la XVIII dinastía, formaba parte de los Iniciados que frecuentaban las escuelas de misterios de Egipto. En su época, estas escuelas funcionaban de una manera totalmente independiente y cada una poseía sus propios reglamentos. Cuando fue designado por los Kheri-Hebs para suceder a su padre en el trono, Thutmosis III decidió reagrupar todas esas escuelas en una sola Orden regida por unas únicas reglas. Debido a su inteligencia y a su sabiduría, fue elegido Gran Maestro, conservando este cargo hasta su muerte. Hay que precisar que fue el primer soberano que llevó el titulo de "faraón", lo que es muy significativo en el plano místico.
Cerca de setenta años después, nacía en el palacio real de Tebas el faraón Amenhotep IV. Admitido muy tempranamente en la Orden fundada por Thutmosis III, se convirtió en su Gran Maestro y se dedicó a estructurar sus enseñanzas y rituales. Paralelamente, instauró oficialmente el monoteísmo en una época en que el politeísmo estaba extendido por toda la faz de la Tierra. Entonces cambió su antiguo nombre por el de "Akhenaton", que significa "Devoto de Atón". Además, fue el promotor de una revolución que marcó la religión, el arte y la cultura. Profundo humanista, dedicó toda su existencia a luchar contra las tinieblas de la ignorancia y a promover los más elevados ideales. Poco después de su muerte, que tuvo lugar 1.350 años A.C., el poderoso clero de Tebas restauró el culto a Amón, pero su obra ya formaba parte de la historia.